Letras de cine: Semana Santa en cinemascope.

Jose Antonio Cayuelas Grau/ marzo 29, 2021/ -Destacado-, -En Portada-, Arte, Cine/ 0 comentarios

Hace ya 20 años, que en el nº 2 de la revista “Columna y Soledad” editada por la Hermandad y Cofradía de Ntro. Padre Jesús de la Columna, Santo Sudario y María Santísima de la Soledad” de Rafal se me publicó el artículo que les presento, pues hoy, como ayer, se puede decir aquello de …

“Se oye el sonido de trompas y el vibrar de timbales, las piedras que enlosan la Vía Apia se estremecen al paso sincopado de las legiones romanas, Marco Vinicius, o tal vez Robert Taylor, espera que Roma lo reciba con ¿palmas y olivo?

Hoy, tras pecaminosa batalla con Don Carnal, doña cuaresma inicia su especial singladura camino de la redención. Durante cuarenta días vaga por el desierto de la penitencia con la idea de unirse a Jesús y recorrer las calles de Jerusalén entre vítores, palmas y olivo.

Charlton Heston vaga cuarenta años por el desierto venciendo toda clase de tentaciones, ¿o es Moises quien liberó a los judíos de la esclavitud egipcia? Heston-Moises se sobrepone a la atracción de las riquezas de los faraones, del amor de Nefertiti, a la idolatría pagana, y se convierte en depositario de la Carta Magna judaica, las tablas que encierran los mandamientos divinos; sin embargo, la incomprensión de su pueblo le impide alcanzar la gloria de la Tierra Prometida. Las palmas y olivo no son para él. Tampoco Marco-Taylor-Vinicius entra victorioso en Roma.

Kirk Douglas incita a sus compañeros de esclavitud a la rebelión contra la tiranía del Imperio romano y, una vez libres, formar un voluntarioso ejército que avance sobre Roma. ¿Pero no fue Espartaco quien dirigió la rebelión de los esclavos? Douglas-Espartaco no alcanza su sueño, a las puertas de Roma es crucificado y desde el madero pone su esperanza en que su hijo alcance la ansiada gloria de libertad.

 

     La adúltera Elizabeth Taylor realiza una fastuosa entrada en Roma, seguramente porque es la madre del hijo de Julio Cesar. La verdad es que jo sé si fue Cleopatra quien rompió su matrimonio con Rex Harrison, de quien tuvo un hijo, en favor de su caro amigo y discípulo Marco Antonio, o más bien fue Richard Burton quien se la pegó a Julio Cesar con Elizabeth Taylor. En fin, todo esto es un lío, por lo que mejor será que hablemos de otros personajes.

Quien sí llega bajo el manto de la gloria a Roma es el judío Judá, de la casa de Hur, tras salvar de las agua al general romano Quinto Arrio. Pero claro, es que Charlton Heston, sí, el mismo de Los Diez Mandamientos, en su penosa vida ha tenido sucesivos encuentros con Jesús, y ello le marca. Le marca hasta tal punto que, como ya hiciera Moisés, abandona el oropel romano y vuelve a Judea a redimir a los suyos. Allí recorre su particular calvario en sencilla cuadriga tirada por cuatro blancos caballos , ¿pues no es el siete el número bíblico?, aunque los evangelistas también fuero cuatro, ¿o tenemos que contar a los apócrifos?, poniendo mortal resistencia a la carrera de los cuatro, otra vez el cuatro, corceles negros de Messala-Stephen Boyd. El bien de blanco, el mal de negro, ¿por qué el luto es negro?

Esta es otra semana santa, la que nos ofrece la gran pantalla, hoy enjaulada en las 625 líneas de un televisor convencional, mañana en los incontables píxeles de la imagen digital. Tanto una como otra, la Semana Santa en cinemascope o la Semana santa Santa que ocupa estos días, nos plantea, a nosotros los cristianos, si verdaderamente estamos dispuestos a seguir el mensaje de Jesucristo, ayudarle con la cruz y alcanzar la redención de nuestras faltas a través de la resurrección, caminar entre palmas y olivo al encuentro de Dios.

Rafal 14 de febrero de 2001″

     Me parece que hoy, como ayer, sigue estando vigente el mensaje de Jesucristo y aunque en el texto anterior no se refleje exactamente la imagen y palabra de Cristo, tal vez en otra ocasión, el cine es un medio más para poder llegar a él.

José Antonio Cayuelas Grau.

 

 

 

 

 

 

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