CRÓNICA DE D. ANTONIO MULA FRANCO, CRONISTA DE LA VILLA DE RAFAL, SOBRE EL VIAJE A ANDALUCÍA LOS PASADOS DÍAS 8, 9 Y 10 DE DICIEMBRE DE 2023, ORGANIZADO POR LA ASOCIACIÓN ARCA

Alejandra Hernandez/ febrero 19, 2024/ Arqueología, Arte, Comarca Vega Baja del Segura, Cultura viajera, Gastronomía, Historia, Naturaleza, Orihuela, Pilar H., Rafal, Redován, Paísaje y Patrimonio natural, Patrimonio Histórico, Rafal, Rutas/ 2 comentarios

D. Antonio Mula Franco. Cronista de la Villa de Rafal

Hace unos días, nuestro buen amigo Antonio Mula Franco, nos remitió una crónica del viaje que hicimos a Andalucía el pasado mes de diciembre de 2023 los amigos y amigas de ARCA, crónica que refleja magistralmente el recorrido que durante tres días hicimos por tierras del antiguo Al-Andalus, a las que llegamos desde nuestra Vega Baja, corazón del antiguo reino o ducado del visigodo Teodomiro, territorio que tenía su capital en Auraiola (Orihuela) y que, a finales del S. VII y principios del S. VIII,  se extendía desde el norte de Alicante hacia tierras de la actual provincia de Albacete, por todo el territorio de la provincia de Murcia y parte de las tierras de Almería, antes de que en la primavera del año 713 se firmara el Pacto de Tudmir, entre Abd al-Aziz ibn Musa ib Nusair, jefe de uno de los ejércitos islámicos que ocuparon la península Ibérica y Tudmir ibn abdush (Teodomiro, hijo de los godos).

En el Anónimo de Rávena, compilación de itinerarios romanos que recogió un cosmógrafo cristiano del siglo VII, que manejó documentación de los siglos III y IV, al tratar de la división territorial de Hispania, cita a Aurariola (Orihuela) diciendo de ella: “…etsi modica existit, tamen omnio fertilis et speciosissima esse dinos citur” (…que, aunque pequeña es muy fertil y preciosísima). Y, ciertamente, así es, pues, Orihuela, sigue siendo muy hermosa. Por eso, quiero resaltar la tristeza que produce verla decadente y abandonada. No es la capital de la Vega Baja merecedora de este olvido imperdonable, ni que los habitantes de estas tierras no la mimemos y amemos más, reivindicando para ella todo lo que los responsables políticos  y administrativos están obligados a hacer por ella.

En nuestra asociación amamos la cultura y la historia, por eso hacemos de la cultura viajera un medio para conocer más y mejor nuestro país, nuestras tierras. Y con esta filosofía iniciamos el viaje hacia las tierras del antiguo Al-Andalus hablando del antiguo reino o ducado de Teodomiro y de su hermosa capital, Orihuela, la ciudad que nos está pidiendo a gritos que volvamos nuestras miradas hacia ella para conocer, estudiar, recordar su historia y proteger su patrimonio natural, arqueológico, arquitectónico, histórico artístico y archivístico.

Y, hecha esta reivindicadora introducción, vaya por delante el mayor de los agradecimientos a nuestro querido Antonio Mula Franco por regalarnos esta crónica excelente, que nos hará recordar a todas las personas que fuimos al viaje unos días interesantes y felices y, a los que no pudieron o no les apeteció venir, acercarles una información que puede ser de su interés y de ánimo para las próximas citas viajeras.

CRÓNICA DE D. ANTONIO MULA FRANCO:

ARCA: VIAJE DE CULTURA Y AMISTAD.

Por Antonio Mula Franco. Cronista de la Villa de Rafal

La asociación ARCA ha realizado un viaje, igual que podría ser cualquier otro, pero nunca mejor. Tanto la dirección, la organización, documentación y explicaciones arqueológicas, histórico-culturales y del patrimonio natural ha sido llevado a cabo por su presidenta, Dña. Alejandra Hernández Clemente, siendo una de esas experiencias inolvidables para muchos de nosotros, ya que la cultura y la amistad han sido uno de sus estandartes consolidados a extremos insospechados.

Nuestro viaje comenzó con una puntualidad exquisita y con una previa designación de los asientos, en las que no hubo carreras como en otros viajes para coger los mejores. Después de la bienvenida, se repartió un pequeño ágape con auténticas delicias de frutos secos, mandarina, madalenas, zumo y chocolate, con una clara referencia a productos del mundo árabe.

Nuestro primer destino era el parque megalítico de Gorafe, lugar mágico ubicado en un profundo valle rodeado de grandes sistemas montañosos de tierra rojiza en donde, la erosión de las aguas, han creado un auténtico museo escultórico impresionante.

Lo primero que se aprecia al entrar en esta pequeña población es su iglesia situada en la cima de un cerro. En el casco urbano cabe destacar la iglesia mudéjar, del siglo XVI.

La zona de yacimientos arqueológicos cuenta en su término con 81 megalitos. El poblado argárico se halla situado en el Cerro del Culandrillo. En él se han encontrado vasijas de cerámica y objetos de bronce. En su población y alrededores se conservan restos de murallas musulmanas, así­ como más de 300 casas-cuevas, muchas de ellas habitadas.

Parece ser un tí­pico asentamiento ibérico. Se han encontrado en la zona abundantes restos prehistóricos, desde dólmenes hasta pinturas esquemáticas del Neolí­tico.

Su Centro de Interpretación del Megalitismo es el más grande de la provincia de Granada. Con 600 m2, explica al visitante qué es el megalitismo en su contexto cronológico y cultural. Así mismo, narra cuáles eran las sociedades que construyeron los monumentos megalíticos, en qué época vivieron y cuál era su forma de vida.

Se ubica en el subsuelo de una parcela de 2.000 m2, su posición privilegiada lo convierte en un mirador excepcional hacia el valle.

El diseño imita la forma de un sepulcro megalítico con su cámara y corredor de acceso. El Centro cuenta con cinco espacios expositivos dotados con las últimas tecnologías y medios audiovisuales: como la Tecnología Bluetooth para descargarse en el teléfono móvil una aplicación con la información detallada de las tres rutas del Parque Megalítico de Gorafe, la proyección en 3D titulada «Hace 5.000 años…» que muestra aspectos de la vida y la muerte en el entorno de Gorafe.

La visita, el trato de las responsables, el pueblo, las vistas fueron un auténtico lujo para los sentidos.

Desde aquí nos dirigimos hacia Guadix.

Paso natural desde levante a Andalucí­a, Guadix es uno de los asentamientos humanos más antiguos de España.

El hábitat troglodí­tico está muy desarrollado, y sus viviendas-cuevas caracterizan a barrios como el de las Ermitas o de las Cuevas; en él se encuentran la Ermita Nueva, donde se ubica la cueva del padre Poveda y la cueva-museo de artes y costumbres populares, muestra de la artesaní­a e industrias domésticas de la comarca. Próximo a esta zona se localiza el mirador de la Magdalena, desde donde se pueden contemplar hermosas panorámicas.

Ciudad monumental, conserva un interesante patrimonio histórico-artís­tico, del que sobresale de singular manera la Alcazaba, declarada Monumento Nacional; desde sus torreones del siglo XI se aprecian magní­ficas vistas de la vega, la Ciudad y Sierra Nevada.

La arquitectura religiosa tiene un destacado protagonismo y cuenta con edificios de notable interés como la Catedral y las Iglesias de Santa Ana, Santo Domingo y San Francisco.

Desde las primeras incursiones fenicias y cartaginesas empieza ser nombrada como Acci, antecedente de su actual nombre, Wadi o Guad Acci.

Fue la importante colonia romana Julia Gemella Acci, y una de las primeras diócesis cristianas de España.

Con la dominación musulmana, la Ciudad adquiere la fisonomí­a urbaní­stica árabe, que todaví­a se hace notar en algunas de sus calles. Durante los siglos XI y XII, Wadi Acci constituyó, junto con Baza, una de las más florecientes taifas de al-Andalus, reino que desaparecerí­a absorbido por el movimiento fundamentalista almohade.

Participará en las guerras civiles granadinas llegando a ser la corte del rey Zagal, que la entregará a los Reyes Católicos en el año 1489.

En el año 1833, nace en Guadix Pedro Antonio de Alarcón. Dos de sus obras estarán vinculadas a esta ciudad: “El niño de la Bola” y “El sombrero de tres picos”.

Después de un interesantísimo recorrido por las casas cueva, visita a una iglesia cueva, visiones panorámicas del maravilloso entorno, catedral, teatro romano, con una experta profesional guía y una suculenta comida nos dirigimos hacia Almería.

Durante el camino, Alejandra, con la paciencia que la caracteriza, nos dio una serie de recomendaciones, además de repartir 10 euros a cada uno para el tapeo de la noche, una vez que estuviéramos ubicados en el Gran Hotel de Almería.

Por la noche y en diferentes grupos recorrimos la magnífica Rambla iluminada, dirigiéndonos por las calles en las que el ambiente de tapeo era numerosísimo, casi imposible encontrar un espacio para sentarnos. Una de las más famosas, la calle Jovellanos, repleta de bares y restaurantes que nos había aconsejado previamente nuestra querida guía, Alejandra. Todo un acierto, terminando la noche con alguna copa y muchas risas.

Después de un sueño reparador y un suculento desayuno, nos dirigimos hacia el yacimiento arqueológico de los Millares, uno de los yacimientos de la Edad del Cobre más importante de Europa. Me gustaría resaltar que durante el trayecto pudimos comprobar la gran capacidad intelectual, de compromiso social, de conocimientos históricos, de humanidad, de saber aunar diferentes materias en un discurso que nos dejó, como se suele decir vulgarmente, con la boca abierta, de nuestra querida Alejandra. Magistral, memorable, mágico, entrañable, necesario y lleno de ternura hacia el ser humano y hacia el resto de la humanidad.

Llegamos a Los Millares con grandes expectativas que en ningún momento nos dejaron indiferentes. El yacimiento de Los Millares se localiza en el municipio de Santa Fe de Mondújar (Almería) en una meseta con forma de espolón entre La rambla de Huéchar y el río Andarax, a 20 km. de su desembocadura. Este enclave arqueológico es un referente del Calcolítico a nivel europeo, ya que su organización espacial demuestra una extraordinaria complejidad funcional para el que fue su momento de ocupación (del 3200 al 2200 a. C.).

Se compone de un poblado con cuatro líneas de murallas concéntricas, una necrópolis de tumbas colectivas y un conjunto de 13 fortines, situados a ambos lados de la rambla de Huéchar, que completan el potente sistema defensivo que controló el asentamiento y su territorio más próximo.

La necrópolis ocupa una extensión de unas 13 hectáreas y se localiza a las afueras del poblado. Se compone de unas 80 sepulturas de grandes dimensiones y diversas estructuras de carácter ceremonial. Las tumbas se distribuyen conformando pequeños grupos, lo cual refleja las relaciones familiares, sociales y simbólicas existentes en Los Millares.

Las tumbas son colectivas. La mayoría constan de una cámara circular de entre 3 y 6 metros de diámetro que a veces presenta diversos nichos laterales. La cubierta se realiza unas veces aproximando progresivamente las hiladas hacia el interior, formando una falsa cúpula, y otras con un cierre horizontal plano de madera apoyado en un pilar central. Desde el exterior se llega a la cámara por un corredor. El conjunto se cubre con un túmulo de tierra y piedras.

El poblado posee tres líneas de muralla concéntricas que cierran y segmentan el asentamiento. Una cuarta fortificación a modo de ciudadela se sitúa en la parte más interna del espolón.

Presenta un urbanismo organizado con viviendas de planta circular, algunos edificios de uso público y construcciones relacionadas con la distribución y almacenamiento de agua. La principal actividad económica era la agricultura, la ganadería y la caza, junto con otros trabajos especializados como los metalúrgicos y la producción de puntas de flecha.

Fue una gran sorpresa pasear por estos parajes llenos de historia e incluso atravesar una de las puertas por las que hacía 5000 años se entraba a la ciudad original. Emocionantísimo. Aquí mostramos algunas fotos como recuerdo

Con muchísima alegría abandonamos el lugar ya que nos esperaba una suculenta comida.

De vuelta en Almería tuvimos la oportunidad de visitar la casa museo de Dña. Pakyta que teníamos junto al hotel.

Un recorrido de casi cien años por el arte realizado en Almería y por almerienses, desde la producción pictórica realizada durante las últimas décadas del siglo XIX y la continuación de modelos estéticos academicistas a lo largo del XX, hasta el surgimiento y eclosión, a finales de 1940 e inicios de 1950, del Grupo Indaliano, con especial atención a la producción de los “siete” que conformaron el grupo inicial: Perceval, Capuleto, Rueda, López Díaz, Alcaraz, Cañadas y Cantón Checa. Todo ello sin olvidar los nombres de aquellos artistas almerienses que triunfaron lejos de su tierra vinculados a propuestas de vanguardia –destacándose entre ellos Ginés Parra y Federico Castellón– o aquellos que, bajo la influencia indaliana, iniciaron su carrera artística durante los años setenta del pasado siglo.

En definitiva, una nueva propuesta museística municipal que nos brindó a todos la oportunidad de conocer y disfrutar de una parte de la Historia del Arte de Almería en un entorno privilegiado. Un espacio en el que tradición y modernidad se dan la mano para convertir cada visita al Museo de Arte Doña Pakyta en una experiencia única.

Llegó la noche. ¡Y qué noche! Llena de sorpresas y de música, de comida típica y de baile, de alegría y amistad.  Fuimos a la Peña “El Morato”, cueva típica de un maravilloso flamenco que nos dejó a todos entusiasmados y con ganas de que no acabara la noche. Espacio dedicado solamente a los socios y que, gracias a Alejandra, lo abrieron exclusivamente para nuestro grupo. La cena magnífica, el trato insuperable, el espectáculo lleno de vida, de ritmo, de cante y de baile muy difíciles de superar, de tal manera y como anécdota que compramos un décimo de lotería con la ilusión de que nos va a tocar y volver, todo el grupo, al mismo sitio para vivir otra noche mágica.

Recordando los temas de la noche anterior, nos levantamos muy contentos y nos dirigimos a la Alcazaba con una visita guiada.

Situada en un cerro aislado, la Alcazaba es una sólida y extensa fortaleza con murallas de más de tres metros de anchura y cinco de altura, formando un recinto cerrado sobre sí mismo, pero conectado con los lienzos de la Muralla que configuran y dan sentido a su propio desarrollo, dentro de una unidad más compleja, como es la fortificación de la ciudad, en el que el barranco de la Hoya y el cerro de San Cristóbal mantiene una conexión directa con la Alcazaba, tanto física como visual, creando un conjunto de extraordinaria magnitud. La Alcazaba-castillo queda al sur conectada con la ciudad, y al norte el Cerro de San Cristóbal, que termina por definir un espacio único, de indudable interés cultural.

 

El conjunto monumental se divide actualmente en tres recintos: los dos primeros responden al diseño musulmán, siendo el tercero de origen cristiano.

El primer recinto, reconstruido en los años 40 por el arquitecto conservador de la Alhambra de Granada, F. Prieto Moreno, rememora las formas arquitectónicas nazaríes del conjunto granadino. Aparece actualmente ajardinado, aunque anteriormente lo ocuparon dos barrios de viviendas y un cementerio.

El segundo recinto es el núcleo fundamental de la Alcazaba y formaba una pequeña ciudad palaciega dotada de todas sus dependencias: aljibes, baños públicos, casas y palacio.

El tercer recinto es un verdadero castillo cristiano, construido sobre una planta triangular, con torres redondas y sillares de piedra, frente a las torres cuadradas de tapial y sillería musulmana.

El monumento que ha llegado hasta nosotros es el producto de más de mil años de historia.

 

A continuación, hicimos un recorrido por la parte vieja de la ciudad con uno de esos trenes turísticos que ya había sido contratado previamente para la ocasión. Visitamos diferentes lugares, la Catedral, la estación de autobuses, las ramblas, el Ayuntamiento y un largo etc. dejándonos muy cerca del restaurante Aljaima, donde degustamos un suculento cous- cous y algunos aperitivos árabes siendo del agrado de todos tanto el lugar como la comida.

Sin más dilación, fuimos hacia el hotel para recoger los equipajes y salir con dirección a Pulpí en donde nos esperaba una gran sorpresa que desconocíamos. A las 18,15 llegamos a un lugar desconocido por la gran mayoría en el que todos nos preguntábamos, qué hacíamos allí.

Alejandra, manteniendo en secreto cuál era el objeto de esa parada, nos dirigió hacia un gran espacio escénico, repartiendo las entradas, aunque todavía manteníamos la incógnita, entramos a un espacio impresionante de 500 butacas, con un escenario enorme y preparado para un espectáculo musical.

Dicho espectáculo: “Ícaro, strad el violinista rebelde” que ya había sido representado en algunos otros teatros, como por ejemplo, Madrid.

Quedamos impactados por el montaje, por la música, por la escenografía, las luces, el colorido, pero sobre todo por la capacidad y profesionalidad de los músicos. Una maravilla. Nos hicieron cantar, bailar, aplaudir, en realidad, un fin de fiestas inesperado pero tan agradable, que a excepción, de los chistes que la Mari nos fue contando y que reímos a rabiar, todos comentamos dicho espectáculo hasta el final del viaje.

Creo que el nombre de la asociación ARCA ha quedado patente y reforzado plenamente con toda la gente afable, puntual, cariñosa, atenta con los otros, agradecida, en fin, tanto la cultura como la amistad fueron el hilo que unió a todo el grupo, dispuesto a volver a organizar cualquier otro viaje con Alejandra, de la que estamos tan agradecidos que no se nos ocurre otra cosa que darle las GRACIAS con mayúsculas.

Rafal a 14 de diciembre de 2023

 

 

 

Compartir esta entrada

2 comentarios

  1. Gracias Antonio y gracias Alejandra. A uno por su magnífica narración que nos adentra en la mejor literatura de viajes; y a una por la extraordinaria y cuidada organización de un viaje que yo calificaría de humanístico, ,pues reunía en sí el descubrimiento de la historia, el placer de la cultura y el amor al ser humano. Gracias.

  2. Querido José Antonio:

    Mil gracias por tu afectuoso mensaje.
    Fue un viaje muy especial porque todas las personas que vinísteis aportásteis empatía, cariño y entusiasmo. Así es fácil que las cosas salgan bien. Un abrazo.

Dejar un Comentar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*
*