EL GRIFO DE REDOVÁN. ESCULTURA IBÉRICA (Mediados S. VI a. C – mediados S. V a. C)
Grifo de Redován (S. VI-S. V a. C), Inv. Num. 38437, Museo Arqueológico Nacional. Foto: MAN
El Grifo de Redován fue hallado en 1893 en el flanco SW de la sierra de Callosa de Segura, siendo vendido al año siguiente al Museo del Louvre (París). Afortunadamente esta escultura ibérica regresaría a España junto con la Dama de Elche, parte del Tesoro de Guarrazar, la Inmaculada de Murillo y otras muchas otras piezas y documentos importantes, tras el tratado de intercambio de obras de arte que en 1941 se llevó a cabo entre los gobiernos del general Franco y el general Petain.
Pero la historia del descubrimiento de esta escultura la recoge Teresa Chapa Brunet en su tesis doctoral La escultura zoomorfa ibérica en piedra (UCM, 1997, págs. 221-223), donde dice:
“YACIMIENTO: REDOVÁN…Es un pequeño pueblo situado a 4 Km. al Noroeste de Orihuela, en la parte sur de la provincia.
CIRCUNSTANCIAS DEL HALLAZGO: En el flanco SW de la Sierra de Callosa fueron realizadas unas excavaciones en 1893 por un aficionado de Orihuela, D. Valeriano Aracil, acompañado de D. J. Masón, alcalde de Redován, y D. Tomás Cerdán, propietario de una de las tierras colindantes (García Bellido, 1943, p. 145). En las excavaciones, además de numerosos fragmentos de cerámica ática de figuras rojas y de barniz negro, se descubrió la cabeza de un grifo, hoy muy mutilada, pero que en el momento de su hallazgo no lo estaba tanto (París, P. 1903, p. 130), y que fue adquirida por A. Engel en 1894 para el Museo del Louvre. El resto de las piezas, entre las que se encontraba una cabeza de toro, fue comprada en 1899 por P. París y trasladada igualmente a Francia. La primera pieza volvió a Madrid en el intercambio de 1941.
DEPÓSITO ACTUAL: Museo Arqueológico Nacional de Madrid….
DESCRIPCIÓN: Cabeza de grifo…Caliza blanca. Está muy mutilada, ya que sólo se conservan los ojos, la frente, el paladar y las orejas. Al parecer conservaba aún las fauces abiertas, en forma de pico, cuando fue descubierta. Los ojos son grandes, con párpados ovalados y pupilas redondeadas y salientes. Sobre ellos se marcan en resalte las cejas.
El área frontal está ocupada por dos cintas de rebordes salientes que terminan en forma de roleo bajo cada oreja. El inicio de esta cinta es una voluta en el centro de la frente, de la cual nace una palmeta estriada. En ella hay un agujero que, según algunos autores, sirvió para alojar un penacho de plumas. Las orejas son puntiagudas y están pegadas a la cabeza, sin indicación del lóbulo. Al parecer, alrededor de ellas se enroscaban unos cuernos caprinos. Una cresta escaleriforme, formada por trece desniveles, ocupa la zona de la nuca.
DIMENSIONES: longitud: 27 cms., Altura: 18,5 cms., Grosor: 19 cms.
COMENTARIO BIBLIOGRÁFICO: Desde su descubrimiento relacionaron los autores esta pieza con el mundo griego (P. París, 1903, p. 131). A. GARCÍA Y BELLIDO (1943, p. 146) afirma que la palmeta responde a corrientes artísticas greco-orientales, rodias o chipriotas, y lo sitúa en el s. VI a. C., cronología aceptada por M. ALMAGRO. D. FLECHET (1949, p. 12) lo considera clara evidencia de las relaciones entre los griegos y los indígenas, junto a la cabeza femenina de Alicante, las esfinges de Agost y el león de Bocairente. M. VIDAL DE ORANDT (1973, p. 124) afirma su pertenencia a un tipo de grifo de época griega arcaica, como los prótomos de bronce de Delfos y Olimpia. Dado que la pieza presenta una ligera cresta, cuyo desarrollo alcanzará su máximo apogeo en los siglos V y VI a. C., sitúa la pieza en el siglo VI a. C.”.
Para conocer la ficha técnica de esta escultura del Museo Arqueológico Nacional y ver otras fotografías de la misma, pinchad en el enlace: