Letras de cine: ¿A donde vas cuando se acaba la música?
La actual situación sanitaria y social me hace preguntarme: ¿A donde vas cuando se acaba la música?, como reza el encabezamiento del cartel de la película Fiebre del sábado noche. Impelido por tal interrogante y mi propia vanidad os dejo, en esta ocasión, la lectura del artículo que mi amigo y colaborador Manuel García Pérez tuvo a bien, no sé muy bien por qué (cuando lo lean extraed vuestras propias repuestas ), publicar en el noticiario digital MUNDODIARIO en la festividad de la Virgen de Fátima allá por el 2015.
Cuando conocí a John Travolta y Fiebre del sábado noche por las cintas VHS
John Travolta y Scarlett Johansson en los Oscar 2015.
Era verano y un joven con camiseta ajustada, llamado John Travolta, se reía de sí mismo y era el chuleta más encantador que había visto después de Cagney.
A J.A. Cayuelas
Yo, que fui cinéfilo por el VHS, recuerdo haber visto a un Travolta bailando en una sala, sin frenesí, acompasado por una música hipnótica, música de guateque de mis padres, de furgoneta rosa con margaritas blancas pintadas en la trasera, de mujeres sin sostén, mientras unos melenas chupaban carretera hacia ninguna parte.
Yo viví esa etapa cruda e idealizada de los Estados Unidos gracias al vídeoclub de mi barrio que tenía pelis de clásicos y Travolta ya lo era por los ochenta. Porque John era un tipo idealizado que me recordaba a Bertín Osborne, y eso lo hacía eterno, aunque no se llamara James o su madre no se apellidara Dean.
Qué es Fiebre del sábado noche. Pues un poco de todo. Aura marginal, luchas de clase, etnias enfrentadas, una América que necesita mitos fundacionales y el cine se los proporciona con un encanto inédito que ni Juan Pardo ni los Bravos sabían hacer con sus canciones melódicas en España. Un concurso de baile con pantalones de campana y rostros afeitados transformaba el cotarro en algo diferente, en algo distinto a la España del 98 que censurara Manolo Escobar con su himno cañí .
Yo, que fui cinéfilo por el VHS, me recuerdo una noche, tirado en el suelo, viendo esta peli. Era verano y las chicharras rodaban en los árboles y un joven con camiseta ajustada, llamado John Travolta, se reía de sí mismo y era el chuleta más encantador que había visto después del serio de Cagney.
Porque Fiebre del sábado noche tiene visos dramáticos que la hacen recuperable, que me llevan a soñarla como una mezcla histriónica y crítica de tiempos donde era imposible la indiferencia.
Porque, detrás del tupé y la chaqueta blanca, existe la decadencia y el sonido insoportable de las sirenas de policía y un apartheid en cada una de esas casas que miraban a Long Island, esperando a que la música lo limpiase todo.
Fiebre del sábado noche
TÍTULO ORIGINAL: Saturday Night Fever
AÑO: 1977 DURACIÓN: 119 min. País: EE. UU. de América
DIRECTOR: John Badham
GUIÓN: Norman Wexler, según una historia de Nik Cohn MÚSICA: Bee Gees FOTOGRAFÍA: Ralf D. Bode
PRODUCTORA: Paramount Pictures GÉNERO: Musical. Drama | Baile
REPARTO: John Travolta, Karen Lynn Gorney, Barry Miller, Joseph Cali, Paul Pape, Donna Pescow, Julie Bovasso, Bruce Ornstein, Val Bisoglio, Martin Shakar, Nina Hansen, Lisa Peluso
SINOPSIS: En Nueva York, después de trabajar toda la semana en una tienda de pinturas de Brooklyn, Tony Manero (John Travolta) se prepara esmeradamente para disfrutar de la noche del sábado: se empapa en colonia Brut, se pone una camisa de flores ajustada, pantalones de tela de gabardina y zapatos de plataforma. En la discoteca de moda, Tony deslumbrará a todos con lo que mejor sabe hacer: bailar.