Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias “González Martí”
El Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias “González Martí” tiene su sede, desde 1954, en el Palacio del Marqués de Dos Aguas, sito en el Carrer del Poeta Querol, nº 2, de la ciudad de Valencia y su historia se inicia el 7 de febrero de 1947 gracias a la donación que Manuel González Martí (Valencia, 1877-1972) hace al Estado de la colección de cerámica y de mobiliario, grabados, pinturas, fotografías, abanicos, indumentaria, etc., que pertenecían a él y a su esposa, la pintora y ceramista Amelia Cuñat y Monleón (Valencia, 1878-1946), fallecida un año antes.
Manuel González Martí estudió Derecho en la Universidad de Valencia, compatibilizando estudios de Bellas Artes en la Real Academia de San Carlos. Historiador, dibujante, caricaturista, coleccionista, crítico e investigador de arte, colaborador en las excavaciones arqueológicas de Paterna que dieron luz a las alfarerías medievales de la ciudad, fue asimismo editor y fundador de revistas como El Estudiante (1849), Cascarrabias (1897), Arte Moderno (1899), Valencia Artística (1903) e Impresiones (1908), siendo su obra más importante La cerámica española, publicada en 1933 y culminada por los tres tomos de la Cerámica del levante español, publicados entre 1944 y 1952, obra en la que colaboró intensamente su esposa a lo largo de décadas. El matrimonio mantuvo una estrecha relación con intelectuales, artistas y escritores como Teodoro Llorente Olivares, Vicente Blasco Ibáñez, Mariano Benlliure, José Garnelo, Joaquín Agrassot, Julio Cebrián Mezquita o Joaquín Sorolla, entre muchos otros, amistades que conservó hasta su muerte González Martí. Su dedicación a la investigación y la cultura, tanto nacional como internacional, le valió numerosos reconocimientos y cargos, entre los que destacan ser académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos en 1928, académico de número de la Academia Internacional de Cerámica, vinculada a la UNESCO, en 1955, vicepresidente honorario de la Hispanic Society de Nueva York en 1960, así como director vitalicio, desde 1947, del Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias que lleva su nombre, desde donde ejerció una labor extraordinaria para ampliar la colección con nuevas donaciones y adquirir el palacio del Marqués de Dos Aguas para sede del museo.
Las importantes colecciones y el hermoso edificio que las acogen, así como la vida e historia de los personajes que se hallan vinculados a las mismas, hacen imprescindible su visita, dado que es uno de los museos más sorprendente e interesante de nuestro país.
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